Durante las fiestas, a menudo pensamos en recuperarnos de la comida demasiado abundante, demasiado grasa y alcohólica del día anterior. Sin embargo, es completamente posible anticipar los días difíciles aplicando algunos trucos.
Darte placer sin privarte mientras mantienes la forma y estás lleno de energía. No siempre es fácil encontrar el equilibrio para disfrutar plenamente de las comidas festivas. Más vale prevenir que curar. Aquí tienes 5 consejos para evitar caer en la trampa de los excesos.
1. Hacer deporte por la mañana
Como la cena será excesiva, es necesario pensar en anticipar los excesos iniciando el día con una sesión de deporte que aumentará tus gastos energéticos del día. Los nutrientes se dedicarán a la recuperación y reparación en lugar de almacenarse en forma de grasa.
2. Apostar por las verduras en el almuerzo
El día de la cena de Nochebuena, llénate de vegetales al mediodía y así prevén la acidez que las proteínas de la cena van a crear en el cuerpo. Esto también equilibrará el día si por la noche no puedes comerlos.
3. No llegar con hambre a la cena
Es importante no llegar a la mesa con el estómago vacío. Antes de salir, puedes comer una fruta acompañada de té verde. De esta manera, llenarás tu estómago y reducirás tu sensación de hambre. Así, evitarás caer en la trampa del aperitivo y sus galletas saladas y grasosas.
4. Antes y durante la comida
Antes de sentarte a la mesa, bebe 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva, este prevenirá el mecanismo de fermentación protegiendo las vías digestivas. Bebe agua para evitar la deshidratación futura causada por el alcohol y respira. A menudo, nos abalanzamos sobre la comida de manera puramente emocional. Unas cuantas respiraciones profundas ayudan a calmar tu estrés y a comer lentamente.
Durante su comida de Navidad, opte por el mismo vino de la A a la Z para evitar mezclas devastadoras y evite servirse más.
5. Componer un menú festivo, pero ligero
Si recibe, aproveche para reemplazar el ave grasa por pescado, la crema y la mantequilla por hierbas o especias, el tronco de crema pastelera por un postre ligero a base de frutas o helado, las golosinas por frutos secos, ricos, pero menos calóricos. La comida ya está cargada, prefiera el té al vino caliente o chocolate para los acompañamientos.
Finalmente, si estás invitado, prueba de todo sin volver a servirte.