El poder del hábito: la clave para cambiar el comportamiento de manera efectiva

En nuestra vida cotidiana, a menudo somos prisioneros de nuestras costumbres. Algunas de ellas son beneficiosas, mientras que otras pueden ser perjudiciales para nuestra salud física y mental. En este artículo, vamos a explorar el concepto del poder de la costumbre, los principios en los que se basa y cómo utilizarlo para cambiar de manera eficaz sus comportamientos inadaptados o indeseables.

El poder de los hábitos: una fuerza invisible detrás de nuestras acciones diarias

Las costumbres son una parte integral de nuestra vida, ya sea que se trate de rutinas matutinas, rituales antes de acostarse o nuestra forma de reaccionar ante diversas situaciones. Nuestro cerebro está constantemente buscando formas de ahorrar energía, y las costumbres son un medio eficaz de lograrlo: al automatizar ciertas acciones, liberamos capacidad cognitiva para concentrarnos en otras tareas.

Existen diferentes tipos de hábitos:

  • Hábitos positivos: estos hábitos contribuyen a nuestro bienestar general y nos ayudan a alcanzar nuestras metas personales y profesionales. Por ejemplo, hacer deporte regularmente, acostarse más temprano o mantener una alimentación equilibrada.
  • Hábitos negativos: son perjudiciales para nuestro desarrollo personal y pueden afectar nuestra calidad de vida. Algunos ejemplos son fumar, pasar demasiado tiempo en las redes sociales o procrastinar regularmente.
  • Hábitos neutros: estos son hábitos que no tienen un impacto mayor en nuestra vida pero que siempre son parte de nuestra rutina diaria. Por ejemplo, beber una taza de café por la mañana o tomar la misma ruta para ir al trabajo.

Para cambiar efectivamente de comportamiento, es esencial entender cómo funcionan los hábitos y cómo se forman.

La formación de hábitos: los principios del círculo vicioso del hábito

El proceso de formación de hábitos ha sido ampliamente estudiado y puede esquematizarse con el modelo llamado «el círculo vicioso del hábito«. Este modelo describe tres etapas principales:

  1. Desencadenante: se trata de una señal externa o interna que desencadena el comportamiento relacionado con el hábito. Por ejemplo, oler el aroma de un plato delicioso puede desencadenar el deseo de comer en algunas personas.
  2. Rutina: es el comportamiento en sí mismo, la manera en que actuamos automáticamente después del desencadenante. En el ejemplo anterior, podría ser consumir el plato en cuestión a pesar de la saciedad.
  3. Recompensa: se trata del beneficio que obtenemos de la acción realizada. En este caso, sería el alivio temporal de nuestro apetito y la sensación de placer asociada a la degustación del plato.

Para cambiar un hábito, es crucial identificar los disparadores involucrados en el círculo vicioso, así como las recompensas asociadas, para luego implementar estrategias que permitirán modificar la rutina.

©Mitchell Griest/ Unsplash

Ejemplo concreto: reemplazar el hábito de fumar por otro hábito más saludable

En este ejemplo, vamos a ilustrar cómo cambiar un hábito negativo (fumar) utilizando el modelo del círculo vicioso del hábito.

  1. Identifica el desencadenante: intenta detectar los contextos, situaciones o emociones específicas que te dan ganas de fumar. Pueden ser variados: estrés en el trabajo, aburrimiento, necesidad de socializar, etc.
  2. Evalúa la recompensa: pregúntate qué beneficio inmediato obtienes de fumar. ¿Es la satisfacción física, el alivio del estrés o el placer de compartir un momento con amigos?
  3. Encuentra una rutina diferente: tu objetivo ahora es encontrar un comportamiento alternativo, más saludable, que te proporcione una recompensa similar a la que obtenías al fumar. Por ejemplo, si el detonante es el estrés, quizás una sesión de meditación o un descanso relajante te brindará un efecto beneficioso comparable.

Los pasos para cambiar efectivamente de comportamiento gracias al poder de los hábitos

Aquí tienes algunos consejos para cambiar gradual y permanentemente tus hábitos:

  1. Defina objetivos claros y alcanzables: para no desanimarse, es preferible apuntar a objetivos alcanzables paso a paso. Por ejemplo, en lugar de dejar de fumar de un día para otro, ¿por qué no comenzar reduciendo su consumo de cigarrillos de manera progresiva?
  2. Implemente sistemas de apoyo: rodéate de personas que compartan tus aspiraciones y puedan animarte en tu camino. El coaching, los grupos de apoyo o incluso las aplicaciones móviles también pueden ser herramientas valiosas para acompañarte a lo largo de tu trayecto.
  3. Recompénsate a ti mismo: instaura un sistema de recompensas para motivarte a continuar con tus esfuerzos y mantener el rumbo hacia tu objetivo. Esto puede variar desde un simple estímulo mental hasta un pequeño capricho (sin caer en excesos) cuando has resistido la tentación de ceder a tu antiguo hábito.
  4. Aprende a conocerte a ti mismo: para realmente lograr cambiar, es esencial entender los mecanismos internos relacionados con tus hábitos. ¿Por qué existe este hábito? ¿Qué te impulsa a mantenerlo? Hacerte estas preguntas te permitirá entender mejor tu funcionamiento y adoptar una estrategia adecuada para eliminar comportamientos indeseables.

En resumen, el poder de los hábitos es una noción que merece toda nuestra atención si deseamos mejorar nuestra calidad de vida. Al estudiar sus mecanismos y aplicar los principios detallados en este artículo, es posible modificar nuestros comportamientos inadecuados y desarrollar nuevos hábitos saludables para alcanzar nuestros objetivos personales o profesionales.

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