En el mes de marzo, la naturaleza despierta y los trabajos en el jardín se reanudan. Para que sus árboles frutales estén listos para enfrentar la primavera y ofrezcan una hermosa cosecha, es importante brindarles ciertos cuidados. Así que aquí están los cinco gestos esenciales a realizar al comienzo de esta temporada.
1. La poda de los árboles frutales
La poda es una etapa crucial para garantizar el buen desarrollo de sus árboles frutales. En marzo, debe implementar la poda de formación, que tiene como objetivo dar una forma armoniosa al árbol para favorecer su producción de frutas. Para cada tipo de árboles, es conveniente aplicar un método específico:
- Manzanos y perales: opta por una poda en espaldera o en copa.
- Albaricoqueros y melocotoneros: privilegie un corte en abanico o en copa.
- Cerezos y ciruelos: adapte el tamaño según la variedad (en forma de u o de copa para los cerezos, en forma de tirabuzón para los ciruelos).
Las reglas generales para una buena poda
Para tener éxito en la poda de sus árboles, no olvides de:
- Usar un podador o un serrucho de poda bien afilado y desinfectado.
- Podar las ramas enfermas, muertas, rotas o que se entrecruzan.
- Aclarar la ramificación para permitir que la luz alcance el corazón del árbol.
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2. Las pulverizaciones preventivas
En el mes de marzo, es importante realizar pulverizaciones en tus árboles frutales para prevenir la aparición de enfermedades y parásitos. Aquí tienes algunos tratamientos naturales que puedes aplicar:
- Bouillie bordelaise : eficaz contra el chancro, la sarna o la costra del melocotonero. Pulveriza antes del inicio de la floración y luego después de la caída de los pétalos.
- Purín de ortiga : utilizado en prevención contra los áfidos y algunas enfermedades foliares. Rocíe una vez por semana desde las primeras hojas.
- Jabón negro: ideal para combatir las cochinillas y otros insectos dañinos. Diluya en agua y rocíe regularmente.
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Respetar las condiciones meteorológicas
Para que tus pulverizaciones sean efectivas, se recomienda que:
- Elegir un día sin viento para evitar la deriva del producto.
- Esperar un período sin lluvia durante al menos 24 horas después de la aplicación.
- Realizar los tratamientos a primera hora de la mañana o al final de la tarde, cuando las temperaturas son más suaves.

3. El acolchado y el compostaje
Para promover el crecimiento de sus árboles frutales, piense en enriquecer el suelo con un aporte de materia orgánica como el compost y el acolchado. Estas prácticas permiten especialmente:
- Mejorar la estructura y la fertilidad del suelo.
- Favorecer la vida microbiana beneficiosa para las raíces.
- Limitar la evaporación del agua y por lo tanto las necesidades de riego.
Cómo realizar un buen acolchado
Para hacer esto, extienda una capa de 5 a 10 cm de acolchado (virutas de madera, paja, césped cortado…) alrededor del pie de sus árboles frutales, cuidando de no tocar su tronco. Repita esta operación cada año en primavera y otoño.
4. El riego y el seguimiento hídrico de los árboles frutales
El riego es un elemento clave para garantizar buenas cosechas y preservar la salud de sus árboles frutales. Duración, frecuencia y cantidad de agua: aquí están nuestros consejos para un riego óptimo:
- Prefiere un riego profundo y no superficial.
- Espacie los riegos para fomentar el desarrollo de las raíces.
- Mida la humedad del suelo con un tensiómetro o hundiendo un dedo hasta la primera articulación.
- Recoge el agua de lluvia para ahorrar este recurso precioso y limitar el impacto ecológico.
Adapte tu riego a cada tipo de árboles frutales
Para garantizar el buen crecimiento de sus árboles frutales, tenga en cuenta sus necesidades específicas:
- Albaricoquero: necesita poca agua; sin embargo, no olvide regar regularmente durante el período de fructificación.
- Cerezo: requiere un suelo húmedo pero drenado; asegúrate de no dejar agua estancada al pie del árbol.
- Manzano y peral: aprecian los suelos frescos y bien irrigados, especialmente durante el periodo de floración y producción de frutas.
5. El aclareo de frutas
Finalmente, una vez que los árboles frutales están en plena producción, no dudes en realizar un clareo de los frutos para mejorar su calidad y su tamaño. Esta operación consiste en:
- Eliminar las frutas dañadas, mal formadas o demasiado pequeñas.
- Seleccionar los especímenes más bellos para favorecer su desarrollo.
- Repartir uniformemente los frutos restantes en la rama para evitar la competencia entre ellos.
Gracias a estos gestos simples y esenciales, ofrecerás a tus árboles frutales todas las oportunidades de empezar bien la primavera y asegurar una cosecha generosa y sabrosa. Así que, ¡a tus tijeras de podar y pulverizadores, y que la naturaleza florezca!