Descubre los scones de arándano: la merienda inglesa ideal.

¿Quién no ha oído hablar de los famosos scones ingleses? Estas pequeñas maravillas de Inglaterra son conocidas en todo el mundo por su esponjosidad inigualable y su sabor único. ¿Y qué mejor que añadirle un toque frutal optando por scones de arándanos? Aquí está por qué este merienda inglés es perfecto para deleitarse con toda simplicidad.

Los scones: una tradición culinaria británica atemporal

Originarios de la tradición inglesa, los scones son pequeños panes redondos con orígenes lejanos. Antiguamente se elaboraban con harina de avena y se cocían en una placa calentada sobre el fuego. Solo en la actualidad se encuentran hechos con harina de trigo.

Forman parte de la famosa cultura del «tea-time«, ese momento privilegiado en el que los británicos disfrutan de reunirse alrededor de una taza de té para charlar y degustar diferentes dulces en compañía de sus seres queridos.

La gran particularidad de estos pequeños pasteles radica en su textura, que difiere de la de un bizcocho clásico. De hecho, no se trata de simples pastelerías, sino más bien de una especie de pan de molde propio de Inglaterra. Su suavidad y ligereza los convierten en una merienda muy agradable para degustar acompañada de un buen té o de otra bebida caliente.

El folklore alrededor de los scones

Es interesante notar que la forma de consumir los scones cambia según el lugar donde te encuentres en el Reino Unido. Por ejemplo, existe una rivalidad histórica entre Devon y Cornualles sobre la cuestión del «Cream Tea».

Por un lado, la versión de Devon consiste en untar los scones con crema espesa y luego con mermelada. Por otro lado, en la tradición de Cornwall, se comienza esparciendo generosamente una capa de mermelada antes de terminar con la crema. Sea como sea, estas diferencias a priori anecdóticas ilustran bien cuán integral son los scones a la cultura británica.

Así es cómo hacer scones de arándanos

Para preparar scones de arándano, necesitarás los siguientes ingredientes:

  • 250g de harina, más un poco más para espolvorear
  • 50g de azúcar en polvo
  • 1 paquete de levadura química
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 75g de mantequilla
  • 120ml de leche entera
  • 1 huevo
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 150g de arándanos frescos o congelados (si usas los congelados, no los descongeles antes de agregarlos a la masa)

Estas cantidades son ideales para preparar alrededor de 8 scones. Asegúrate de que la mantequilla y la leche estén bien frías para obtener una textura ligera y aireada. Los arándanos pueden ajustarse según tus preferencias para más o menos fruta en tus scones.

Los scones de arándanos: una variante frutal y deliciosa

Si existen muchas variantes de recetas para hacer scones, la de arándanos es sin duda una de las más tentadoras. De hecho, ¿qué podría ser mejor que agregar un toque afrutado que realza el sabor manteniendo esa textura única? Solo necesitas incorporar arándanos frescos o congelados a la masa para obtener ese efecto tan deseado.

Un sabor sutil y equilibrado

El secreto para realizar deliciosos scones de arándanos reside esencialmente en el equilibrio de los sabores. Los arándanos aportan una nota refrescante y ligeramente acidulada que se acopla perfectamente con el lado suave y neutro del scone mismo. Así, estas pequeñas parcelas de frutas vienen a sublimar esta merienda tradicional respetando su autenticidad.

©Joanna Kosinska/ Unsplash

Para una merienda aún más deliciosa

Los scones de arándanos se disfrutan tanto calientes como fríos, y son deliciosos acompañados de un poco de mantequilla o crema fresca. Para los gourmets, también es posible rellenarlos con mantequilla salada o incluso con Nutella para una combinación sorprendente pero exquisita entre los sabores. En resumen, todas las combinaciones son posibles cuando se desea disfrutar plenamente de estos pequeños tesoros dulces.

Hacer tus propios scones de arándanos: algunos consejos

En primer lugar, vale la pena precisar que los scones de arándanos son muy fáciles de preparar, incluso para los principiantes en repostería. Sin embargo, algunos trucos pueden ayudar a obtener un resultado aún más exitoso:

  • Asegúrate de no trabajar demasiado la masa para conservar toda la suavidad de tus scones.
  • Piensa en untar generosamente tu bandeja de horno o en usar papel de horno para evitar que los scones se peguen.
  • Cuando añadas los arándanos, asegúrate de distribuirlos bien para garantizar una distribución equitativa de las frutas en cada scone.

Adaptar la receta según los deseos y las intolerancias

Finalmente, no dudes en personalizar tus scones de acuerdo a tus gustos y necesidades alimenticias. Por ejemplo, es muy simple reemplazar la harina de trigo por una versión sin gluten para adaptarse a las personas intolerantes. También puedes variar los placeres añadiendo otras frutas a tu masa, como frambuesas, manzanas o incluso chocolate para un toque aún más delicioso!

En resumen, los scones de arándanos son una auténtica invitación a disfrutar de lo mejor de la gastronomía británica en un formato práctico y delicioso. No dudes en aventurarte en su elaboración para redescubrir los placeres simples de una merienda tradicional, frutal y deliciosa a más no poder.

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