Como cada año, la semana de relojería de Ginebra ha permitido descubrir relojes muy hermosos. Ya sea en los pasillos de Time to Watches, aquellos de Watches & Wonders o en las salas privadas del hotel Beau Rivage. Pero más allá del placer visual, esta Geneva Watch Week también es el lugar ideal para descifrar las nuevas tendencias en relojería.
Entre los cientos de relojes que hemos podido admirar en la orilla del Lago de Ginebra, estas son las 5 grandes tendencias que parecen surgir.
La fiebre del oro
Si el bronce fue omnipresente en 2023, la relojería se vuelve más preciosa en 2024. Este año, es el oro el que se presenta en numerosos relojes de prestigio. ¡E incluso el oro amarillo!
¿Bling-bling? ¿Ostentoso? Un poco, es cierto. Pero esta ola dorada que comenzó a asomar la nariz hace unos meses, se ha convertido en un verdadero tsunami en Watches & Wonders. Y no solo en la sección de mujeres. Junto a la sublime Reflection de Cartier, por ejemplo, el Polo 79 de Piaget no duda en jugar la carta de full gold.
En Rolex, casi tenemos derecho a un grand slam, con nuevas variantes en oro de 18 quilates del Oyster Perpetual Sky-Dweller, del Day-Date o (nuestro favorito) del Deepsea.
Siempre más colores
En todos los estilos y rangos de precios, ¡es un espectáculo de colores el que estalló frente a nuestros ojos en Ginebra! Tanto en las esferas como en las pulseras… ¡y a veces ambas al mismo tiempo!
Verde ácido en H. Moser & Cie, verde más oscuro en Oris, más claro en Vulcain, naranja en Alpina, amarillo en Doxa, azul oscuro en Yema e incluso «camaleón» en ArtyA : realmente hay algo para todos los gustos… a veces demasiado, quizás, ¡pero esta chispa de locura es bienvenida!
Y para aquellos que preferirían apostar por más sobriedad, la esfera blanca también es la estrella en muchas marcas este año (prueba de ello con ¡la Speedmaster de Omega!).
Piedra, nácar y meteorito
A falta de ser simplemente blanco, la esfera de algunos relojes tenderá a adoptar reflejos iridiscentes este año. Nacarados, más específicamente, ya que el uso de este material natural tiende a generalizarse, desde Frédérique Constant hasta Rolex, pasando por Chopard, Oris o TAG Heuer.
De manera más global, las marcas se están orientando cada vez más hacia la geología con una multitud de esferas de piedra natural (aventurina, lapislázuli…), pero también con fragmentos de meteorito, como en BA111OD, Nivada o Corum.
Relojes XXS o sin género
¡Qué lejos parece el tiempo en el que «había» que lucir un reloj de 42, 43 o incluso 45 mm para afirmar su estilo! Desde hace varios meses, hemos podido observar que muchos modelos masculinos han sufrido una cura de adelgazamiento, pasando primero a 40 mm de diámetro y luego incluso a 38, 36… ¡o incluso menos!
Esta fascinación por los «relojes pequeños» se confirmó en Ginebra y también parece ser testigo de una mezcla de géneros bastante nueva en relojería: los relojes ya no son necesariamente para hombres o mujeres, sino cada vez más unisex o mixtos. El Aquis Date de Oris mencionado anteriormente con su esfera de nácar es parte de esto, pero no es el único.
El Alpiner Extreme Quartz de Alpina se presenta en una nueva caja de 34 mm con colores suaves y elegantes, mientras que el nuevo Cut combina poéticamente el círculo y la ronda en Hermès en una caja de 36 mm.
Reediciones particularmente fieles
Los modelos icónicos de las décadas pasadas resurgen. No es realmente nuevo, pero la tendencia parece haberse acentuado aún más este año… en estilos a veces muy diferentes!
De la Digitrend de Amida a la F77 de Nivada, pasando por la Cricket de Vulcain o la Polo de Piaget (una vez más), los modelos más emblemáticos de la década de 1970 (o de antes) son objeto de innumerables reediciones. Y si algunas son ligeramente rediseñadas para adaptarse a los estándares contemporáneos, otras apuestan por la mimetización con la versión original. Esto es particularmente cierto en Zenith, con el Defy Revival A3648 que reproduce casi idénticamente el primer reloj de buceo DEFY de 1969!
