Ya habíamos analizado para ustedes las 6 etapas del orgasmo femenino. Por cuestión de equidad y con motivo del Día Mundial del Orgasmo, aquí presentamos un pequeño manual del orgasmo masculino.
Desde la excitación al orgasmo, el placer del hombre es más complejo de lo que parece. La prueba con este descifrado en 4 pasos.
1. La excitación o deseo sexual
Nuestros cinco sentidos son a menudo los primeros actores en el teatro complejo del deseo. Actúan como antenas sensibles, capturando las más mínimas matices de nuestro entorno y traduciendo estos estímulos en sensaciones palpables. Ya sea el perfume hechizante de una vela, el tacto suave y cálido de una mano, el sonido de una voz susurrante, la visión de una mirada apasionada o incluso el sabor de un beso dulce, cada sentido contribuye a el despertar progresivo del deseo.
La influencia del entorno y del estado emocional
El ambiente en el que se desarrolla este baile íntimo juega un papel igualmente esencial. Una habitación tenue, iluminada por la suave luz de las velas, con una música susurrante de fondo, puede crear una atmósfera propicia para el despertar de los sentidos. Además, tu propio estado emocional juega un papel crucial. Si te sientes relajado, con confianza, y en armonía con tu pareja, las puertas del deseo se abren con más facilidad.
La actitud y los gestos de tu pareja también son elementos desencadenantes. Una sonrisa, una mirada, un gesto tierno pueden amplificar el deseo y transformarlo en una energía casi palpable.
2. La fase llamada «meseta»
Lejos de los placeres gastronómicos de una pizza servida en bandeja, la «bandeja» de la que hablamos aquí es totalmente diferente, pero igual de deliciosa para algunos. Esta etapa, a menudo considerada como la calma antes de la tormenta, es un momento crucial en el ciclo de la excitación masculina.
En esta etapa, el penealcanza un nivel de rigidez óptima, indicando que la excitación ha alcanzado su pico. Es como un atleta listo para cruzar la línea de meta, tensado, firme y vibrante de anticipación. Paralelamente, los testículos experimentan una sutíl rotación, ajustándose y preparándose para las etapas finales del proceso.
Es una fase de transición, donde la emoción está en su punto más alto, pero aún estamos en el umbral de la plena liberación. Un momento suspendido en el tiempo, cargado de anticipación e intensidad, donde cada sensación se amplifica, cada toque se magnifica.

3. La eyaculación y el orgasmo masculino
El último capítulo de esta sinfonía sensual es sin duda la eyaculación, una explosión intensa de placer y liberación. No es solo un evento físico, sino un momento en el que el cuerpo, la mente y la emoción convergen en una armonía perfecta.
En el corazón de esta fase, el ritmo cardíaco se acelera a un ritmo casi frenético. Cada latido es un eco de la excitación que crece, pulsando a través de las venas con una energía irresistible. En paralelo, la tensión arterial se dispara, alcanzando niveles que el cuerpo rara vez conoce.
4. La etapa de resolución
Después de la intensidad de las fases anteriores, la etapa de resolución es como un dulce regreso a la serenidad, una descompresión necesaria después del apogeo del placer.
Esta fase, a menudo calificada como «descanso del guerrero» o científicamente llamada detumescencia, es un momento de calma y respiro para el cuerpo y la mente. El frenesí de los latidos del corazón y la exaltación de los sentidos dan paso a una sensación de tranquilidad. Larespiración, que había alcanzado picos de intensidad, comienza a disminuir, recuperando un ritmo pacífico y regular.
Además, el orgasmo masculino, lejos de ser simplemente un fin en sí mismo, es una sinfonía compleja de eventos que demuestra la fusión armoniosa entre lo físico, lo psicológico y lo emocional. Cada fase, cada escalofrío, cuenta una historia fascinante de deseo, tensión y liberación, ilustrando la profundidad y belleza de la experiencia íntima humana.
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